TRANSPARENTE

Mi amigo J. comenzó a quedarse calvo muy temprano. Era genético, la mayoría de los hombres en su familia son calvos. Iniciando la treintena le quedaban ya muy pocos pelos en la cabeza. Como casi todos los hombres en estas ciscunstancias desesperó, probó tratamientos y finalmente...¡acabó ocultando su calvicie bajo un evidente peluquín!.

Era un tema delicado, en su presencia la gente tenía cuidado de no mencionar a los calvos. Recuerdo bien los comentarios de intimos y no tan intimos:

-"La calvicie de J. es severa ¿verdad?
-"Pobrecito, ya no tiene ni un pelo"
-"Y tan joven..."
-"¿Le brillará...?
-"Ese peluquín... ¡se nota a diez cuadras!
-"No debería usarlo"
-"Shhh!!! ...ahí viene."

Por más que él tratara de ocultarlo y los demás nos hicieramos los locos ¡todos sabíamos que era calvo!. Por más que el tema no se mencionara estaba allí.

Me pongo a pensar que, sin duda, lo mismo ha pasado con mi lesbianismo. Ya me imagino las conversaciones que no he escuchado:

-"Y Cicutarsenica, es lesbiana ¿verdad?
-"¿Qué? ¿no lo sabías?
-"Y tan joven..."
-"¿Hará de hombre o de mujer?
-"Ella no es tan masculina.."
-"Esa manera de caminar...¡se nota a diez cuadras!
-"No debería de ocultarlo..."
-"Shhh!!!...ahí viene."

Así es como todos jugamos este tonto juego de lo políticamente correcto. Así es como todos dizque tapamos el sol con un dedo. Así es como, la mayoría de los closets son de cristal.

Ayer recibí por mail unas fotos del grupo y en ellas estaba J. !!sin peluquín!!. Hasta se ha resurado la parte de atras de la cabeza. Se lo veía muy bien, sonrriente, animado...

¡Gracias J. por este buen ejemplo!. Preparense amigos, pues cuando vuelva van a conocer (con lujo de detalles) la verdad que siempre han sabido.