Hay unos cuantos mitos que todo ser humano debe destruir para poder tener más claro el camino en la vida. Hoy he roto el último de ellos : ese que dice que todas las cosas buenas de este mundo estan en el extranjero y concomitantemente todas las cosas malas de este mundo estan en Ecuador. Desde pequeña fuy educada en este mito, como todos. Todas las batallas perdidas que me enseñaron en Historia, toda la corrupción de los políticos que escuchaba comentar a mis mayores, la sapada criolla, la avivatez...para remate ni siquiera clasificábamos al mundial de futbol ¡hasta los africanos iban y nosotros no!...la autocompasión, la lamentadera, el hecho de que los pasillos sean tristes...
Cuando comuniqué a amigos y parientes que había conseguido un trabajo en el extranjero todo mundo se regocijó, los parabienes no cesaban: me estrechaban las manos, me daban palmaditas en el hombro, hasta me abrazaban con un emocianado "¡me enteré que te vas...!". Podía sentirme triunfadora, había logrado el sueño de todo ecuatoriano: irse del país. Recuerdo esa sensación casi imperceptible de temor cuando estaba en el aereopuerto que aún a mi pesar se transformó en una lágrima cuando el avion despegó (y no es que sea cursi, en realidad eso pasa, los que nos vamos lloramos).
Pero no importaba proque iba yo hacia un mundo mejor, donde todo es más moderno y las mentes son más amplias, donde no existen la corrupción y la homofóbia, donde todo mundo tiene trabajo y gana bien, donde no hay pobreza, donde la gente es realmente felíz: el extranjero.
Despues de unos meses aquí empezó a derrumbarse el mito. Sí hay trabajo, sí se gana bastante bien, pero nada más. ¿Corrupción?. Infinita. ¿Homofobia?. Demencial. ¿Servicios básicos? tal cual allá, es decir deficientes pero diez veces más caros. Pero lo peor de todo es que éste no es un Estado laico. Aquí las religiones cristiano-radicales (que son muchas) dominan la escena política pues las principales de ellás son también partidos políticos y sus pastores son diputados. La convinación de estas dos actividades (política y religión) que por su naturaleza han de estar separadas por el bien de la humanidad, ha sido letal. En este lugar el conformismo se ha apoderado de las almas, la gente no vive, solo existe, nadie sueña otros sueños que no sean los oficialmente permitidos (y ¡ay de aquel que se atreva!) . No pueden los habitantes de esta país ver en la televisión o en el cine nada que no haya sido previamente aprobado por la censura (integrada también por pastores). Es un mundo grís muy diferente al nuestro que me enseña de qué nos salvó San Eloy Alfaro, a quien debemos venerar a diario.
Se desconfía de los latinoamericanos y también se les desprecia. Su lugar es el getto: deben reunirse solo entre sí. Quizas seamos el tornillo de repuesto de la última rueda el coche. No me cabe duda de que en otros lados ha de pasar lo mismo. Fuera de nuestros paises siempre seremos ciudadanos de segunda (y hasta de tercera).
Por eso voy a volver (de ningún modo quiero parecerme a Abdalá pero sí ¡volveré!) Cuando he comunicado esta decisión a mi familia no lo han podido creer ¡como puedo yo pensar en abandonar un lugar tan maravilloso como el extranjero para volver a un lugar tan horroroso como el Ecuador! Pobres, ellos todavía son victimas del mito.
¿Que voy a hacer cuando este allá? pues casualmente lo mismo que hacen los extranjeros cuando van a nuestro país: descubrir las oportunidades, aprovecharlas, tabajar duro, progresar...es lo que hemos visto cada día hacer a chinos, colombianos, chilenos,argentinos y un largo etc. y lo logran solo porque ellos no tienen prejuicio alguno hacia el Ecuador y jamás lo han visto como un sitio indigno. ¿Que hay problemas? pues en todas partes los hay. ¿Políticos atrasapueblos? Pues hay que cortarles el paso ya que por más que ellos así lo piensen no son los dueños del país. Los dueños del país somos nosotros.
En todas partes se cuecen habas, decia mi abuelita. Pues bien, cocinemos las nuestras.
PD: de fondo "Romance de mi destino"
Cuando comuniqué a amigos y parientes que había conseguido un trabajo en el extranjero todo mundo se regocijó, los parabienes no cesaban: me estrechaban las manos, me daban palmaditas en el hombro, hasta me abrazaban con un emocianado "¡me enteré que te vas...!". Podía sentirme triunfadora, había logrado el sueño de todo ecuatoriano: irse del país. Recuerdo esa sensación casi imperceptible de temor cuando estaba en el aereopuerto que aún a mi pesar se transformó en una lágrima cuando el avion despegó (y no es que sea cursi, en realidad eso pasa, los que nos vamos lloramos).
Pero no importaba proque iba yo hacia un mundo mejor, donde todo es más moderno y las mentes son más amplias, donde no existen la corrupción y la homofóbia, donde todo mundo tiene trabajo y gana bien, donde no hay pobreza, donde la gente es realmente felíz: el extranjero.
Despues de unos meses aquí empezó a derrumbarse el mito. Sí hay trabajo, sí se gana bastante bien, pero nada más. ¿Corrupción?. Infinita. ¿Homofobia?. Demencial. ¿Servicios básicos? tal cual allá, es decir deficientes pero diez veces más caros. Pero lo peor de todo es que éste no es un Estado laico. Aquí las religiones cristiano-radicales (que son muchas) dominan la escena política pues las principales de ellás son también partidos políticos y sus pastores son diputados. La convinación de estas dos actividades (política y religión) que por su naturaleza han de estar separadas por el bien de la humanidad, ha sido letal. En este lugar el conformismo se ha apoderado de las almas, la gente no vive, solo existe, nadie sueña otros sueños que no sean los oficialmente permitidos (y ¡ay de aquel que se atreva!) . No pueden los habitantes de esta país ver en la televisión o en el cine nada que no haya sido previamente aprobado por la censura (integrada también por pastores). Es un mundo grís muy diferente al nuestro que me enseña de qué nos salvó San Eloy Alfaro, a quien debemos venerar a diario.
Se desconfía de los latinoamericanos y también se les desprecia. Su lugar es el getto: deben reunirse solo entre sí. Quizas seamos el tornillo de repuesto de la última rueda el coche. No me cabe duda de que en otros lados ha de pasar lo mismo. Fuera de nuestros paises siempre seremos ciudadanos de segunda (y hasta de tercera).
Por eso voy a volver (de ningún modo quiero parecerme a Abdalá pero sí ¡volveré!) Cuando he comunicado esta decisión a mi familia no lo han podido creer ¡como puedo yo pensar en abandonar un lugar tan maravilloso como el extranjero para volver a un lugar tan horroroso como el Ecuador! Pobres, ellos todavía son victimas del mito.
¿Que voy a hacer cuando este allá? pues casualmente lo mismo que hacen los extranjeros cuando van a nuestro país: descubrir las oportunidades, aprovecharlas, tabajar duro, progresar...es lo que hemos visto cada día hacer a chinos, colombianos, chilenos,argentinos y un largo etc. y lo logran solo porque ellos no tienen prejuicio alguno hacia el Ecuador y jamás lo han visto como un sitio indigno. ¿Que hay problemas? pues en todas partes los hay. ¿Políticos atrasapueblos? Pues hay que cortarles el paso ya que por más que ellos así lo piensen no son los dueños del país. Los dueños del país somos nosotros.
En todas partes se cuecen habas, decia mi abuelita. Pues bien, cocinemos las nuestras.
PD: de fondo "Romance de mi destino"
4 comentarios:
Cicutarsenica : Me llena de regocijo leer tus palabras,nuestro paìs aun con todo lo triste que sucede aqui, es hermoso.
Espero tener la oportunidad de conocernos.
Me imagino que cuentas los dìas para tu regreso.
Yo me fui y volví, y ahora apesto. Pero no me volvería a ir
Cuando te das cuenta que el infirno que tenias en tu men te es solo una aflicción, empiezxas a amar este pequéño paisito
Esto lo que cuentas no solo ocurre en los paises latinoamericanos...
En mi pais - Bielorrusia, pasa mas o menos lo mismo... Todo el mundo quiere irse de alli, todo el mundo ve en el extranjero la solución a todos sus males. Según ellos en el extranjero se vive bien. Y sí, vale, el nivel de vida es mayor, la gente no pasa tanto hambre, pero estas dejando a tu familia, a tus amigos, a tus costumbres...
Me fui de mi pais hace ya casi 7 años y no sé si algún día volveré... Estoy terminando una carrera en España y mis padres confian que luego encontraré un buen trabajo, que por lo menos yo viviré mejor que ellos. Ya, pero ellos desconocen cuanto me esta costando esto - se puede decir que ya no tengo "mi pais". Llevo demasiados años para poder volver a mi casa, porque se han cambiado muchas cosas por alli, mis amigos ya han hecho sus propias vidas y no estoy en ellas. Y España sigue siendo un país "extranjero", al que nunca me acabaré acostumbrandose, porque no es lo mio... Así que ahora mismo soy de ninguna parte :)
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