Erase una vez, en el mundo de los prejuicios, una pequeña Academia de Ballet perteneciante al fisco, que funcionaba en un también pequeño país del tercer mundo, en una de sus principales ciudades.
La directora de la academia estaba muy triste pues aunque el plantel en realidad era mixto, solo se inscribian niñas y muchachas. Ellas estudiaban mucho y desarrollaban sus habilidades hasta el punto en que estaban listas para interpretar lo más difícil que puede hacer una ballerina: bailar un "pas de deux"...pero para hacerlo necesitaban de la precencia de un bailarin. Y allí es donde muchas se frustraban pensando que de nada habían valido tantos esfuerzos. ¿Para qué tanto estudio si nunca iban a poder bailar un "pas de deux"?
Cierto día, se presentó en la puerta de la institución un grupo de cinco gallardos jovenes. Querían hablar con la rectora, deseaban matricularse. Cuando ella lo supo, no lo podía creer. Ordenó inmediatamente al conserje que abriera las puertas de la institución y los dejara entrar. A pesar de que ya todos habían pasado de los 18 años y la edad oficial para empezar los estudios era de máximo 9, los aceptó y se dispuso a ser su profesora. Despues de las primeras clases se hizo evidente la vocación que ellos tenían para la danza. A pesar de todas las dificultades físicas que debían vencer, no desmayaban y seguian avanzando. Solo unos meses despues ya estuvieron en condiciones de bailar cosas sencillas con sus compañeras.
Dos de estos gallardos jóvenes eran gays, los restantes tres, heterosexuales y todos se llevaban muy bien con las chicas, en especial los tres que gustaban de ellas, que protagonizaron algunos romances. Eran todos gente joven, sana de cuerpo y alma y dedicada al arte.
Despues de dos años de estudio ya los muchachos estaban listos para arriesgarse a interpretar en público "Lago de los cisnes". El día de la presentacion la atmosfera del teatro bullía: ir y venir de padres de familia buscando puesto en la sala...las profesoras e inspectoras controlando el ingreso, recogiendo las entradas... y en los camerinos esa sensación de nerviosismo que produce la inminencia de la salida a escena.
Las madres de las muchachas y de los gays estaban presentes dandoles ánimos y ayudandoles a acomodarse los trajes. Los tres heterosexuales habían llegado solos. La maestra les dijo:"muchachos, si quieren pueden decirle a sus mamás que entren al camerino a ayudarlos, pues sí está permitido", a lo que ellos respondieron que sus mamás no estaban allí. "¿Como así?" preguntó la maestra. "Señorita, es que en nuestras casas no saben que estudiamos Ballet ". "Yo digo que tengo clases de Karate". "Yo, en cambio, que voy a un gimnasio". "Mi pretexto es que tengo una clase extra en la Universidad". La maestra estaba asombrada. "Pero. ¿por que no dicen la verdad?". "¡¡No!!". "¡Imposible!". " ¿Que dirían mis amigos del barrio con los que juego futbol todos los Domingos y con los que fuy a la mili?" "Mire señorita, si nosotros hemos esperado a ser mayores de 18 para entrar a la academia es justamente para poder representarnos nosotros mismos y que nuestras familias no sepan nada pues estamos conscientes de que no les gustaría." La profesora no dijo más. Ya se hacía corto el tiempo; todos terminaron de alistarse, se desearon la mejor de las suertes y salieron a escena. Minutos depues, una ola de aplausos recompensaba a los jovenes por todos esos meses de esfuerzo. A la salida, las felicitaciones, los parabienes, los abrazos entre amigos, las madres de familia emocionadas, orgullosas de sus hijos e hijas. Los tres muchachos heteró recogían sus cosas para marcharse. La maestra se acercó y los abrazó. "lo han hecho muy bien, estoy orgullosa de Uds. Ahora que hemos llegado a este punto voy a organizar una pequeña compañia de danza en la Academia y quiero que Uds. sean parte de ella. Por favor, no se dejen desanimar si es que hay personas que no los comprenden. Los espero este Lunes en clase".
Ese mismo lunes estaban todos allí. La maestra les explicó que era hora de atreverse a más. Para la próxima función interpretarían un ballet más difícil: "El Quijote". De inmediato retomaron los ensayos...y bailaron felices para siempre.
PD: Esta historia, al igual que muchas películas de Hollywood, esta basada en un hecho real.