Yo me pregunto: ¿alguna vez alguien se ha puesto a pensar en los apuros que pasa una lesbiana en el vestidor de un gimnasio?. Hoy por ejemplo, mientras estaba ejercitandome en las máquinas he reparado en una mujer estupenda, una gacela musculosa de cintura fina, brazos y piernas bien torneados, hombros bajos, cuello largo, torso espectacular y trasero glorioso que estaba a poca distancia de mi. La seguí con la mirada algun rato pero luego continué concentrada en lo mio. Al finalizar, por supuesto, fuy al vestidor a tomar una ducha.
Cuando salgo de la ducha ¿que me encuentro?, ¡a ella nada menos! ,sentada en una de las sillas, recien terminada de bañar, apenas cubierta con una tohalla y untandose en la piel una crema que olía riquísimo. Me regala un hola y continúa como si nada, se endereza un poco...la tohalla se corre..sus senos se revelan...
Un acto de supremo ejercicio de la voluntad me permitió no perder la compostura, pero la situación aún no había llegado a su fin pues de inmediato se levantó ¡dejando la tohalla en la silla! se puso la ropa interior y empezó a enfundarse un vestido que (como en las películas) no le entraba y (también como en las películas) ¡me pidió que la ayude!. Espero que el temblor de mi pulso cuando subí ese cierre haya sido imperceptible.
Y siempre es así en el vestidor. En el momento menos pensado te encuentras sumergida en una atmosfera llena de cuerpos húmedos en tohalla, risas femeninas,ropa interior recien dercartada, fragancia de lociones o cremas, cabellos mojados y todo aquello que en este mundo pueda gritar ¡MUJER!...y no te queda más remedio que estar allí ¡y hacerte la loca!...es demasiado...a veces tengo ganas de ponerme al cuello un letrero que diga: "Soy lesbiana. Si no me lo va a dar...¡por favor, no me lo ponga cerca!".
Definitivamente este oficio es tan difícil que es solo para profesionales. ¡Nunca lo intenten en casa!
Cuando salgo de la ducha ¿que me encuentro?, ¡a ella nada menos! ,sentada en una de las sillas, recien terminada de bañar, apenas cubierta con una tohalla y untandose en la piel una crema que olía riquísimo. Me regala un hola y continúa como si nada, se endereza un poco...la tohalla se corre..sus senos se revelan...
Un acto de supremo ejercicio de la voluntad me permitió no perder la compostura, pero la situación aún no había llegado a su fin pues de inmediato se levantó ¡dejando la tohalla en la silla! se puso la ropa interior y empezó a enfundarse un vestido que (como en las películas) no le entraba y (también como en las películas) ¡me pidió que la ayude!. Espero que el temblor de mi pulso cuando subí ese cierre haya sido imperceptible.
Y siempre es así en el vestidor. En el momento menos pensado te encuentras sumergida en una atmosfera llena de cuerpos húmedos en tohalla, risas femeninas,ropa interior recien dercartada, fragancia de lociones o cremas, cabellos mojados y todo aquello que en este mundo pueda gritar ¡MUJER!...y no te queda más remedio que estar allí ¡y hacerte la loca!...es demasiado...a veces tengo ganas de ponerme al cuello un letrero que diga: "Soy lesbiana. Si no me lo va a dar...¡por favor, no me lo ponga cerca!".
Definitivamente este oficio es tan difícil que es solo para profesionales. ¡Nunca lo intenten en casa!