miércoles, noviembre 15, 2006

AGUAS PASADAS...AGUAS PRESENTES

Hay una mujer sentada frente al río, el mismo río junto al que lloró viejas penas, el mismo río que ha pasado desde el principio de los tiempos, el que desafió cataclísmos y eras glaciales cuando aún de ella no existía átomo alguno; el que avanzaba con el mismo empuje cuando aún ninguna mente había concebido crear una ciudad en su ribera. La mujer mira ese río que seguirá corriendo cuando ella ya no esté y piensa que se parece un poco a su vida. Nada ha cambiado y sin embargo todo es absolutamente distinto, pues sin perder su esencia las cosas se modifican, como el río, como la ciudad, como ella misma.
Cae la tarde y una luz rosacea lo envuelve todo. Los autos pitan más, se acerca la hora punta. la mujer se pregunta por todos aquellos que alguna vez miraron ese río, ¿qué habrán pensado?,¿estarán todavía aquí?, ¿acaso habrán sentido al mirarlo lo mismo que ella, convertida en una especia de turista en su propia ciudad?. Quizas no. hay cosas que solo se aprecian cuando se las ve de lejos. ahora ella sabe que esas aguas negruzcas son hermosas. Ahora ella sabe que su vida es hermosa. Nada mejor que una foto para tratar de fijar en el tiempo ese momento. nadie más amable que los guardianes del Malecón para tomarla.

jueves, noviembre 09, 2006

LOS AEROPUERTOS

Los aeropuertos son lugares interesantes. En ellos miles de vidas confluyen por un instante. Cada viajero tiene su historia y mientras todos esperan sus respectivos aviones que mejor que contarla:
-Juanita,25 años,peruana, emigrante,madre soltera, trabaja como niñera en un país del primer mundo con la esperanza de reunir suficiente dinero para construir su casa en el pequeño pueblo del que procede. Viaja a su tierra para visitar a su familia, es la primera vez que va en dos años y ya anhela llegar, sobre todo para poder estar junto a su hija a quien solo ha visto por internet, desde que tenía tres. No sabe si despues de verla tenga valor para volver a irse... pero el proyecto de la casa debe ser alcanzado.
-Telma, 62 años, ecuatoriana, para más señas manabita, emigró en su juventud a Estados Unidos y vivió muchos años en New York "trabajando doble turno" pues no es de otra manera como se puede salir adelante alla, más aun cuando se tiene que responder por seis hijos. Hoy vive retirada en Orlando, junto a su segundo marido que " si es un buen hombre", no como el padre de sus hijos que la abandonó. Tiene una casa grande con piscina en una zona residecial y por eso no va a la playa, además tiene un gimnasio montado en casa pues el médico le ha dicho que por su diabetes necesita hacer un poco de ejercicio. Su mayor satisfacción es su familia, sobre todo sus nietos y nietas que suman más de veinte. Viaja a Ecuador a cumplir con el deber de visitar la tumba de su hermano y aunque un gesto de tristeza ensombrece su rostro al recordarlo, por lo menos le queda la tranquilidad de saber que "hice todo por él".
-Adela, 60 años, cubana, regenta un hostal en la Habana. Cuando inició su negocio nunca imaginó que una de sus huespedes, francesa, y su hijo menor, habrían de enamorarse. "Se me lo llevó a Paris", dice, y aunque está muy felíz por él hay ocasiones en que no puede dejar de extrañarlo. Se consuela viendo las fotos de la boda que "fue lindísima" y de su primera nieta. Viaja a Francia a conocer a la segunda que ha nacido hace pocos meses. Lo importante es que él está muy contento con su matrimonio y eso ya es mucho, pues esta vida "no es fácil"
-Cicutarsenica, ** años, ecuatoriana, trabajó como asistente doméstica en una isla del Caribe, ganó dinero pero se aburrió. Extrañó hasta el cansancio a su familia y amigos. Viaja de regreso a su país para iniciar una nueva vida.